LAURA CHAN

Las abstracciones de Laura Chan son diversiones de trazos, estallidos de colores y recreaciones de texturas. De tal manera, en sus telas apreciamos pintura en distintos movimientos; a veces lentos o pausados, mientras que otras veloces y continuos y, por supuesto, todos al ritmo de un sencillo expresionismo lúdico que escurre y gotea más color. Asimismo, sus espátulas espontáneas, ondulantes, deslizantes y difuminadas protagonizan en el lienzo una personalidad vivaz, alegre y festiva. Destacan en sus composiciones los azules, rosas, amarillos y neutros. Sus trazados describen caminos traslúcidos que se van cruzando, sobreponiendo y borrando entre sí. Por lo tanto, entre lo orgánico y lo rectilíneo se van formando veladuras instintivas, con interesantes figuras abstractas de fondo, en las cuales la artista desahoga y libera sus emociones.

Por otro lado, sus mujeres, de piel misteriosa, cabellos alocados y llenos de tonalidades nos miran atentamente mostrándonos gran parte de la sensualidad que irradian. Ya sean flores, círculos o llamaradas de fuego, las acompañan para embellecer su rostro y darles un toque de naturaleza salvaje femenina. En ocasiones cierran los ojos para conectar con la belleza interior y disfrutarla en silencio. Su fuerza de mujer se esparce por el cuadro en rosados, dorados, así como en múltiples relieves de cuadraturas sutiles y desdibujadas. Sin duda, son una suerte de autorretratos en los que la autora plasma lo más genuino de su esencia. De igual modo, en lo armónico, agitado y sensual de sus flores coloridas observamos su espíritu de algarabía y su pasión por la vida.

Adriana Cantoral.